Todos hemos pasado por esto. Aprendemos algo nuevo y queremos aplicarlo a todo. Es una sensación de seguridad normal. Me pasó en su día con WordPress y PHP, que fueron mi puerta de entrada a este mundo y gracias a los cuales conseguí mis primeros clientes. No reniego de ellos, al contrario.
Pero hoy en día es habitual dejarse llevar por el hype. Tiene sentido: cuando una tecnología se impone y hay trabajo, queremos usarla para todo. El problema es cuando convertimos la herramienta de moda en el único martillo posible para todos los clavos.
Según avanzas escribiendo código, te das cuenta de que menos es más. O como se suele decir: “háztelo fácil”.
La trampa de “Todo es una App”
La situación es clásica: empiezas un proyecto con Next.js porque es el estándar. Te sientes productivo. Pero seis meses después, te das cuenta de que, sin una optimización consciente, estás enviando 300kb de JavaScript solo para renderizar una simple landing page.
Entonces llega el cliente exigiendo un 100/100 en Lighthouse. Lighthouse no lo es todo, pero es la métrica con la que el cliente evalúa el trabajo. Y ahí tiene toda la razón: el cliente paga por resultados, no por nuestra comodidad como desarrolladores.
Nuestros costes de “sobre-hidratación” estaban matando el rendimiento. ¿Cómo le explicas al cliente que la web va lenta porque usas una tecnología “increíble”? Al cliente le da igual si usas Next.js o un No-Code. Ellos quieren ver resultados.
Y entonces apareció Astro
Justo en ese momento de frustración, buscando cómo salir de la sobreingeniería, el panorama cambió. A mediados de 2022, Astro entró en juego con una propuesta radical: HTML por defecto.
Manzdev dijo una frase que se me quedó grabada: “Creo que muchas empresas siguen sin saber que la tecnología que necesitan es Astro”. Y la suscribo totalmente. No porque Astro sea la respuesta a todo, sino porque muchas veces ni siquiera nos planteamos si la herramienta que usamos encaja realmente con el problema que tenemos delante.
Astro hace más visible el coste de usar frameworks como Next.js cuando el proyecto no los necesita. Pero también deja en evidencia a la otra cara de la moneda: las webs de WordPress mal planteadas y sobrecargadas. Esta realidad me hace plantearme por qué tantas agencias siguen entregando sitios hechos con editores visuales pesados, pensando que es más rápido, para luego llenar la web de plugins-parche cuando el cliente se queja de que tiene un 50/100 en móvil. Sé de lo que hablo, lo he vivido.
Entonces, ¿por qué usar la inercia? Astro nos permite desarrollar con la misma comodidad basada en componentes, pero sin el coste de rendimiento. Y si la interacción es mínima, ni siquiera necesitas framework: con un poco de Vanilla JS vuelas.
Pero Astro no es solo HTML estático y JavaScript opt-in
Aquí es donde mucha gente se equivoca pensando que Astro solo vale para blogs. Su verdadera potencia es que no te obliga a abandonar tu framework favorito, sino que te deja usarlo solo cuando hace falta.
Gracias a la Arquitectura de Islas, si mañana el cliente pide un dashboard complejo o una calculadora de precios, puedo integrar un componente de React o Vue sin problemas. La diferencia es que, en lugar de hidratar React en partes que realmente no necesitan interactividad (patrón que se ve en muchos setups), en Astro el JavaScript se limita a las pequeñas “islas interactivas”.
Y con las nuevas Server Islands y Server Actions, ya estamos invadiendo el terreno del dinamismo puro. Podemos renderizar contenido personalizado desde el servidor bajo demanda sin sacrificar el caché. Un modelo que cubre muchos casos dinámicos sin sacrificar el rendimiento global.
Conclusión
No se trata de que Next.js o WordPress sean malas herramientas. Next.js es muy potente para aplicaciones web gigantescas y WordPress ofrece soluciones sólidas a nivel global. Si son líderes dentro del ecosistema web, es por algo. Sin embargo, para la mayoría de proyectos web, portfolios, corporativas o SaaS landings, recurrir a ellos puede ser como matar moscas a cañonazos.
Elegir Astro me permite entregar ese 100/100 en Lighthouse que el cliente exige, mantener mi código limpio y, sobre todo, reducir al mínimo imprescindible el JavaScript que envío. Además, no sacrifico mi comodidad como desarrollador, trabajar con Astro es una auténtica pasada, es súper cómodo y rápido. Por eso, pienso que debe haber un equilibrio, pero siempre teniendo en cuenta que a nuestro cliente le da igual con lo que trabajes si consigues el resultado que tiene en mente…
Es más, lo normal es que no sepa lo que es Astro, por lo que tampoco debes elegirlo si no es lo que necesitas.
